Japón: Día 7-Kioto (Santuario de Okazaki, templo de Ginkakuji, camino de la Filosofía, templo de Kinkakuji y santuario de Hirano)

Huola a todooooos/as!!!

Today ha sido mi último día en Kioto de este viaje. Por ello anduve muchísimo y me levanté tempranito para poder ver las cosas que quería ver.

La bebida del día de hoy eeeeessss...una bebida carbonatada de limón!!! yeah yeah, rica pero nada especial.

Salí del hotel y me fui hacia el templo de Ginkakuji, el del Pabellón Plateado. En mi camino me topé con el santuario de Okazaki... que tenía imágenes de conejitos y cosas por el estilo. Es bastante bonito y no había nadie nadie nadie... bueno, una persona, y ya está.

Luego me topé con el Camino de la Filosofía. Es un caminito súper estrecho que sigue el curso de un río súper bonito. Este camino te lleva directamente hasta el templo de Ginkakuji.

Llegué al templo de Ginkakuji después de unos 40 minutos andando desde el hotel. Es bastante bonito, pero pequeño en comparación a otros templos que he visto, y pensaba que sería algo más espectacular. La hora a la que fui era un asco... en realidad creo que he hecho bien yendo a los templos a las horas más tardías: por la mañana está lleno de gente y es como una mera visita turística y te sientes como una hormiga más y no sé... no es comparable a ir y ver que más o menos el templo está para ti solo y que puedes detenerte 3 horas en un punto a hacer fotos o mirar las cosas y que nadie viene detrás queriendo hacer una foto también...no sé, esto no lo disfruté tanto.

Después del templo, me di una vueltecita por las tiendas de las inmediaciones y compré algún heladito...de té verde y nata. En uno de los puestos vi algo que quería: unos/as Geta (como unas chanclas con dos "tacones" hechas de madera).

Anyway, no tenía dinero así que le dije a la señora que volvería más tarde a mirarlas (quería comparar precios y tampoco llevaba suficiente dinero). Así que me fui andandito hacia el templo de Kinkakuji o Pabellón Dorado. Como cada uno de los templos está a una punta distinta de Kioto (Ginkakuji en el lado más este y Kinkakuji en el oeste oestísimo), irme andando hasta allí era demasiado así que después de unos 20 minutos andando cogí un bus que me dejó a la entrada del templo. Los buses de Kioto molan mazo mogollón. Entras por la puerta de atrás y sales por la delantera y pagas justo cuando te vas a bajar. Yo pensaba "pero qué lento darle el dinero al conductor y que te dé el cambio y bla bla bla" pero no van así!!! En la parte delantera, al lado del conductor, hay una maquinilla que te da cambio de 1000 yens si no tienes suelto y que además recoge el dinero por los viajes. Lo único que hay que hacer es introducir el importe exacto del viaje en una rendija (todas las monedas a la vez) y la maquinita las ordena y cuenta súper rápido... jajajajajaj me quedé en plan "oh, qué chupi...". Se ahorra mucho tiempo y eso permite a los buses tener una puntualidad envidiable. El conductor también tiene un micro en plan pop star y va anunciando las paradas con antelación, como todo el transporte público en el que me he subido.

Bueno, bus story aparte, el templo de Kinkakuji es mucho más bonito que el de Ginkakuji y el Pabellón Dorado es muy pero que muy bonito. El recinto del templo no es muy grande tampoco pero bueno, es bonito. De nuevo había hordas de gente y eso me cortó mucho el rollo, pero qué se le va a hacer!XDDD

Después del templo dorado encontré una oficina de correos, un cajero, saqué el dinero y mi intención era volver a Ginkakuji para comprar los suecos aquellos, había comparado precios con otras tiendas y todos eran muy similares, y como la mujer hablaba un poco de inglés y fue simpática, pues decidí comprarlos allí.

Antes de coger el bus anduve un ratito también y entré al santuario de Hirano, muy chu chu chu chuli y justo como me gusta: completamente soloXDDDD. Me di una vuelta por allí y fui a coger el bus unos 20 minutos después.

Y en el trayecto hacia Ginkakuji salió el sol!!! Kioto es bello se mire por donde se mire, incluso lloviendo es bonito. Pero el sol le da un aire completamente distinto. El cielo se despejó un poco y el sol del atardecer se acercaba e iluminaba todo el Camino de la Filosofía y lo hacía aún más bonito. Me habría encantado visitar todos los templos y sitios que visité en Kioto con un clima como este, era muy muy bonito todo. Después de comprar los geta volví al hotel por el camino de la filosofía y me quedé un buen rato por allí. Leeeeentamente lo recorrí y me paré en un sitio a dibujar. En cuanto tenga el dibujo más o menos terminado prometo poner una fotillo!!! -supongo que mañana podré avanzarlo en el tren de vuelta a Tokio-.

Después de un bueeen rato andaaando (mis piés me mataban) llegué al hotel e hice algunas fotos en el lugar donde empecé mi viaje por Kioto: aquel parque que después me di cuenta que no era el parque de Okazaki, sino el jardín de un museo de Kioto!!! Había una grulla!!! o eso creo!!!XDDDD

Y bueno. Eso es lo más hardcore que hice el día de hoy. Llegué al hotel, me tomé un baño en el baaaaño comunitario (esta vez no había ni un alma) y me fui a la habitación, me probé los geta con el yukata, encendí la tele y me tiré en el suelo de la habitación. Igual que el primer día, me quedé dormidoXDDDD. Me levanté a eso de las 9 y me hice algunas fotos con el yukata y los geta (aviso, mi cerebro estaba aún medio dormido y algunas fotos lo demuestran)XDDDD.

Mi viaje por Kioto ha llegado a su fin, lo he disfrutado muchísimo y he visto cosas increíbles y muy especiales que se quedarán siempre siempre conmigo. Las casas, las calles, la gente, el ambiente, la atmósfera embriagadora de la ciudad, los jardines, los templos... Todo en Kioto enamora, o al menos me ha enamorado a mí. Me ha hecho pensar "no me importaría vivir aquí" hay tantísimos sitios en los que estar tranquilo y la belleza de su estética es tan sobresaliente que agradezco ser un mero visitante, pues si fuera un residente de toda la vida todo lo que viera me parecería cotidiano. Siendo visitante puedes sentirte impactado mucho más fácilmente y poder apreciar los deliciosos detalles de cada metro cuadrado de esta encantadora ciudad.

No le digo a Kioto adiós!!! le digo "hasta luego" porque sé que voy a volver y que voy a ver todas las cosas que tiene que ofrecer, pues me quedan muchísimas pendientes...y me gustaría vivirlo en otra época del año, quizás en otoño, primavera o bien entrado el verano, y ver a plena luz del sol todo de nuevo (el templo de los toriis Fushimi Inari tiene que ser bellísimo con el sol traspasando por las hojas de los árboles y los toriis mismos).

Mañana de vuelta a Tokio!!! Un saludísimo a todos!!!